Las mujeres viven preocupadas por mantener un físico jovial a pesar de que los años les hayan pasado por encima pero, en la mayoría de los casos, se les olvida que su vagina también envejece.
Como todo el sistema que integra el organismo de las féminas la vagina se va transformando con el tiempo, no importa si tienes o no hijos. Los cambios más evidentes son:
1. Disminuye su tamaño: Una vez que cumples 20 años, la zona comienza a perder grasa subcutánea y los labios adelgazan, según el Congreso Americano de Obstetras y Ginecólogos.
2. Lubricas menos: Con la edad, producimos menores cantidades de estrógeno, lo que afecta el balance ácido-alcalino. Esto puede generar comezón, enrojecimiento y una sensación de ardor. Algunos especialistas aseguran que estos síntomas pueden prevenirse con sexo o manteniendo un control médico.
3. Llega la flacidez: Por ser una zona que no ejercitamos con frecuencia, se reduce la tensión de los tendones y el tejido de la vagina, lo que puede ocasionar incontinencia urinaria. Los ejercicios de Kegel son una buena opción para prevenirlo.
4. Aparecen canas y hay menos vello: El vello púbico, al igual que el cabello, se tiñe de gris; la cantidad es más escasa.
5. Aumenta el riesgo de padecer infecciones del tracto urinario: Al envejecer, el tejido de la vagina se vuelve más delicado, por lo que es más fácil que se irrite u ocurra una microabrasión, y a su vez, una infección en la vejiga. A veces, puedes presentar los síntomas, pero no necesariamente la infección; para descartar, es importante que acudas con tu médico a la más mínima señal.
0 comentarios:
Publicar un comentario