José Vicente Rangel: ¿Otra vez la batalla final?

1 ¿Sorprende que la MUD esté convocando una “marcha de un millón de personas para la toma de Caracas” -como lo proclaman sus voceros- el próximo 1º de septiembre? Seguramente no. Como no sorprenden muchas otras cosas del organismo coordinador opositor. Ejemplo: su política internacional orientada a doblegar la soberanía del país. Ni sorprende su estrecha relación con un personaje como Luis Almagro, el tarifado secretario general de la OEA, empeñado en aplicarle a Venezuela la Carta Democrática. Tampoco sorprende que, en el caso de la presidencia de Mercosur, la MUD haga causa común con Brasil, Argentina y Paraguay, la sórdida alianza empeñada en desconocer los derechos venezolanos en la entidad regional. Y así por el estilo. Por consiguiente, no hay lugar a sorpresas ante muchas cosas que a diario suele hacer ese sector. Pero lo cierto es que si bien el factor sorpresa no existe respecto a las actuaciones de la MUD, no deja de preocupar la persistencia. Que sus erráticas actitudes se repitan, casi al calco, sin que se rectifiquen o, al menos, se intente hacerlo.

2 ¿Toma conciencia la dirección de la MUD de la gravedad de una convocatoria con el carácter que le asigna? Lo primero que cabe señalar es si la MUD está en capacidad de reunir un millón de personas para marchar sobre Caracas. En este caso, la retórica del anuncio tiene la huella del fascismo. No existen condiciones para hacer realidad esa aspiración, ya que actualmente la MUD tiene mermada su capacidad de convocatoria, por lo cual el destino de lo que propone es el fracaso. Por ahora es ¡pura boconería!

3 Decisiones de tal naturaleza representan una peligrosa apuesta en estos momentos de tensión. Porque, en el supuesto de que se materialice la movilización, los riesgos son evidentes. Sería repetir el formato de la marcha convocada por la oposición el 11-A, deliberadamente desviada hacia Miraflores con el propósito de asaltar la sede del Ejecutivo nacional y consumar el golpe fraguado durante meses. Retomar el plan de entonces, con la convicción de que ahora tendrá éxito debido a la situación económica y social, es aventurado. Eso lo descartan quienes auspician la aventura, y para los que no piensan de esa manera, creyendo factible garantizar el desarrollo cívico de la manifestación, conviene alertar que resulta imposible contener una multitud estimulada por el odio y el revanchismo. Basta recordar el titular golpista del diario El Nacional en su edición extra del 11-A a mediodía: “La batalla final será en Miraflores”.

4 ¿Repetirá la oposición el error de hace 14 años? Ante todo, hay que aclarar que se trata de la misma oposición de entonces. Del mismo liderazgo empeñado en acabar con el orden constitucional. Que ha demostrado incapacidad orgánica para funcionar democráticamente. Que no mide las consecuencias de sus desvaríos: golpe de Estado, sabotaje petrolero, terrorismo, guarimbas, guerra económica, política exterior apátrida. Que siempre oculta en la manga el puñal de la deslealtad a las instituciones. Y lo que aún es peor: que subestima, irresponsablemente, al adversario. Lo que lo conduce a desconocer el poder de este. Obviamente que esta es la pregunta: ¿se pasea la dirección de la oposición por lo que ocurriría si el chavismo y el gobierno despliegan su poder de calle -movilizando también a miles de personas-, así como los recursos de que dispone el Estado para defenderse, dadas las características amenazantes de la convocatoria? ¿Qué pasaría? Seguramente un choque cruento, con miles de víctimas. Vale decir, el caos que afanosamente buscan los irresponsables que alientan la violencia para que los venezolanos nos matemos y se produzca una intervención militar extranjera.

LABERINTO

Para analizar la situación de la oposición, hay que pasearse por los problemas internos que la aquejan. Uno es que no termina de desligarse de la violencia. La tentación la acecha porque teme al chantaje de los ultras. Otro es la existencia de varios liderazgos, pegados -como se dice coloquialmente- con saliva de loro. Este aspecto lo potencia la aparición del “candidaturismo”. Cada aspirante está más interesado en fortalecer su opción personal que en la suerte de la unidad, que hasta ahora se mantiene como elemento aglutinador. También cuenta la fragilidad orgánica y la falta de músculo social de la MUD que se evidencia en la escasa presencia de calle…

La MUD siempre amenaza con la calle, pero a la hora de verdad sus marchas son deprimentes. ¿Qué hacer para ratificar en la práctica los desplantes que tiene a diario? No lo puede hacer. Le pasa lo que al personaje que amenaza con una pistolita de agua…

La verdad es que la OEA es un caso patético. Se pensaba que no podía caer más bajo como institución. Pero con la designación de Luis Almagro como secretario general, se batieron todos los récords de incapacidad y servilismo. Reivindicó la gestión de Insulsa, su antecesor, quien fue incapaz de incurrir en la actitud felona del uruguayo. Este se maneja más como agente de la oposición venezolana y de EEUU que como funcionario de un organismo colegiado, que representa la diversidad de Estados de la región. Da asco cómo procede, cómo agrede a Venezuela. Definitivamente, uno tiene que llegar a la conclusión de que lo hace por razones crematísticas…

Ramos Allup declaró que la “elección de los gobernadores no es prioridad”. Sin duda, una manera de evadir el problema que al interior de la MUD plantea el tema con el cúmulo de aspiraciones personales que existe en el organismo. También de insistir en la importancia del revocatorio. Pregunta: y si no hay revocatorio, como todo lo indica, ¿qué pasará?…

Fidel Castro, leyenda y realidad. A los 90 años, su figura tiene mayor proyección. Retirado de las funciones como gobernante, se refugia en la actividad intelectual con agudeza, información y sentido pedagógico, lo cual sigue haciendo de él referencia permanente. Un ejemplo de rebeldía, de constancia en la lucha, de dignidad…

Hay indicios de que el desabastecimiento puede ser conjurado. El trabajo de la Gran Misión Abastecimiento Soberano, que dirige el general en jefe Vladimir Padrino López, intenso y orientado a cortar los nudos de la ineficiencia administrativa, el burocratismo y la corrupción, empieza a dar resultados. Ojala se mantenga el ritmo actual y se proceda -implacablemente- contra los factores que contribuyeron a crear la situación, como es el caso del sector privado, pero también del sector público…

El ministro de Defensa de Colombia, Luis Carlos Villegas, mantiene desde el 1° de agosto reuniones con altos funcionarios del gobierno norteamericano para estrechar los mecanismos de cooperación militar entre ambos países. Esa actividad es parte del diálogo estratégico de alto nivel sobre seguridad y defensa. Se ha sabido que en este diálogo el tema Venezuela está presente. ¿Qué información tiene el gobierno nacional al respecto?…

Quienes se ilusionaron con el modelo Macri están decepcionados. En ocho meses, el saldo es desolador: 200 mil trabajadores del sector público y privado despedidos; alza brutal de servicios básicos (agua, luz, gas), inflación galopante, represión, ataques a figuras representativas de la lucha por los derechos humanos, como Hebe Bonafini. Además, en ocho meses el presidente se ha tomado tres vacaciones…

Un analista, José Antonio Gil Yépez, emplaza a la MUD a mover la calle, pero advierte que “ninguno de los partidos que la integran pasa del 5% de identificación”. Esa opinión la comparten otros observadores y encuestadoras.