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Se trata de la secuela de Man of Steel (2013), y al mismo tiempo servirá de puente para futuras películas sobre personajes de DC Cómics. En esta ocasión se vuelve a contar con Zack Snyder, en la dirección y Christopher Nolan en la producción.

Snyder es un director, guionista y productor que se encuentra a día de hoy en lo más alto de la industria de Hollywood habiendo desarrollado una corta pero sorprendente carrera cinematográfica llena de innovación, calidad y talento. Este director debutó en la gran pantalla con Dawn of the Dead (2014) el remake de la clásico de zombis dirigido por Geroge A. Romero en 1978. 

La película, grabada en formato digital, se ha convertido con el paso de los años en uno de los films mejor valorados del género. No obstante, su verdadero salto a la fama le llegó gracias a 300 (2006), una adaptación del comic de Frank Miller (autor de la novela gráfica “Sin City”) sobre la famosa batalla de las Termópilas (480 a. C.). La novedosa y revolucionaria técnica de superposición de croma hicieron posible una sobria producción de guerra y aventuras de acuerdo a un presupuesto ajustado. El sorprendente éxito mundial en la taquilla de la película (más de 400 millones de dólares) convirtió al director en uno de los valores a tener en cuenta para las sucesivas super producciones de Hollywood. 

En 2009 Zack Snyder adaptó nuevamente otro cómic de Miller, y en esta ocasión de superhéroes. Titulada como Watchmen (2009) la película no obtuvo el mismo éxito que su predecesora pero si que dejó sentada las bases de un nuevo y particular estilo visual con el que el director empezaba a diferneciarse de otros directores de acción. Su siguiente trabajo fue Legend of the Guardians (2010), un filme de fantasía que recrea las aventuras de un pequeño búho junto a otros amigos en la isla de Ga’Hoole. Sucker Punch (2011) es su película más atípica y personal, y entre otras cosas supone un homenaje al anime. Apoyándose en una banda sonora con notable protagonismo, incluye frecuentes secuencias oníricas o surreales. Si bien no fue un éxito de taquilla, vendió muchas copias en DVD y se ha convertido en una obra de culto en ciertos círculos.