AVN.- "La gloriosa historia de la República Argentina tiene ya en Néstor Kirchner un antes y un después, pues fue con la conducción clara, la valentía indoblegable y la determinación de este fiel heredero del gran Juan Domingo Perón, que la Argentina resurgió de las cenizas a las cuales quiso reducirla el capitalismo neoliberal, para reencontrar el sitio que por siempre tiene reservado en el campo de las naciones libres e independientes", reza el comunicado que emitió el gobierno del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, cuando se conoció la noticia del fallecimiento del ex mandatario argentino el 27 de octubre de 2010.
Este domingo se cumplen tres años de la desaparición física del gobernante argentino, quien impulsó grandes cambios sociales, políticos y económicos en su país, y tuvo la integración de América del Sur como objetivo medular de su gestión junto a otros líderes de la región.
Kirchner asumió el poder en 2003 en medio de la inestabilidad económica y política que vivía Argentina, y que se hizo evidente tras el estallido social en diciembre de 2001.
A partir de ese entonces inició lo que ahora la mandataria Cristina Fernández de Kirchner denomina la Década Ganada.
La economía argentina comenzó una paulatina recuperación. Se restablecieron los sueldos de los trabajadores y el Fondo Monetario Internacional (FMI) dejó de dictar las políticas en materia económica en el país.
Cuando entregó su mandato en 2007, Kirchner dejó un país sin recesión y con un crecimiento económico acumulado de 39%, según datos oficiales. Las reservas internacionales para ese momento ascendían a 42.800 millones de dólares, que contrastaban con los escasos 10.000 millones de dólares que recibió cuando empezó su gobierno. En esa misma línea, el desempleo disminuyó de 20% en 2003 a 7,5% en ese período. La pobreza pasó del 50% a 29,9%.
A Kirchner también se le reconoce su incansable lucha por los derechos humanos en Argentina y la recuperación de la memoria histórica para someter a juicio a los represores de la última dictadura militar (1976-1983).
El ex mandatario derogó las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, promulgadas en 1986 y 1987, respectivamente, que establecían la prescripción en contra de los imputados por los delitos de desaparición forzada de personas durante el gobierno de facto. También derogó los indultos que hasta ese momento constituían la garantía de la impunidad de los represores de la última dictadura.
En 2007 se retomaron los juicios contra los represores responsables e implicados en la represión política, torturas, desapariciones y ejecuciones sumarias. Estos procesos judiciales se llevan a cabo hasta la fecha en todo el país suramericano y han permitido la condena de los violadores de derechos humanos.
Kirchner en la Integración regional
El ex mandatario argentino tuvo un papel sumamente importante en el proceso de integración regional de América del Sur, que se consolidó en la primera década del siglo XXI.
En 2005, Kirchner, junto a otros mandatarios suramericanos y el pueblo latinoamericano concentrado en Mar del Plata, Argentina, dijo no a la Alianza de Libre Comercio para Las Américas (Alca) que Estados Unidos buscaba imponer en la región.
En ese lugar estaban también el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez y el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien para ese entonces no había sido electo mandatario.
Kirchner fue el primer secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), cargo que ostentaba al momento de su muerte.
El ex mandatario argentino ayudó a fundar la Unasur a partir de la Declaración de Cuzco en diciembre de 2004, en la III Cumbre Presidencial Suramericana.
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